William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina, habla sobre la situación económica en América Latina en los próximos años y las medidas que está tomando el banco para ayudar a la población.

El pronóstico macroeconómico de América Latina para este año y el próximo se ve muy alejado del crecimiento histórico registrado en 2021, tras los estragos de la pandemia. A pesar de ello, el jefe para la región de América Latina y el Caribe en el Grupo Banco Mundial, William Maloney, aseguró que no se está pronosticando un recesión como tal.

“No estamos pronosticando hasta ahora una recesión, lo que estamos es contemplando 1,6 % de crecimiento para el año que viene. Algunos países más, algunos países menos”, aseguró Maloney.

Y, a pesar de que dice que entiende las preocupaciones en la región, su mayor inquietud no está en si, para los años venideros, las cifras suben y bajan, sino que estas siguen siendo bajas.

“Como región, es importante lo que está pasando en los próximos 12 meses y entiendo perfectamente por qué nos preocupa tanto eso. Sin embargo, lo que me preocupa de 2024 no es que esté por encima o por debajo de 2023. Es que es bajo; 3 % no es suficiente para aliviar la pobreza o reducir las tensiones sociales, y esa tasa de crecimiento es más o menos lo que experimentamos durante la década de los 2010, cuando como región crecimos como en 2,3 %, mientras el mundo creció en 3,1 %”.

En ese sentido, confiesa que hay problemas estructurales en la región que se deben atacar.

Para Maloney, existen muchos factores que no están a favor de una “economía saludable”.

“China está creciendo súper lento por su política de controlar el COVID. Obviamente, los países de Europa, con el aumento de los precios de combustibles, con la guerra de Ucrania, todo esto es muy difícil y va a frenar el crecimiento. Estados Unidos están en proceso de frenar la inflación y esto ha llevado a cabo un aumento en las tasas de interés bastante fuerte, en un periodo muy corto”, señala el del Banco Mundial.

Aunque confiesa que se espera que se pueda acabar con las altas tasas de interés, es una situación difícil para cumplir a corto plazo.

Ayuda en la región

Maloney también afirmó que el banco está ayudando con transferencias a las familias y asesorías.

“Tenemos precisamente [que] mirar cómo proteger a las familias más vulnerables de esos dos choques, no solamente la caída en la economía, en la actividad económica, pero en el aumento en los precios de combustible y alimentación que forman un porcentaje grande del presupuesto familiar”.

El jefe para la región de América Latina y el Caribe en el Grupo Banco Mundial explicó que muchos países están subsidiando el precio de los combustibles y alimentos en el largo plazo, pero que no es óptimo porque equivale a mucho dinero y que lo mejor es generar políticas enfocadas en las familias que necesitan los recursos.

Según él, los gobiernos de América Latina instauraron políticas antiinflacionarias, con aumentos en las tasas de interés: “Todos los gobiernos están luchando con déficit fiscales, que vienen de la pandemia. Hicieron exactamente lo que tenían que hacer en esta época, fue minimizar el daño a las empresas y a los hogares en la pandemia, pero obviamente esto nos dejó con unos déficits y más deuda [de la] que tuvimos anteriormente”.

Para Maloney, para 2024, el Banco Mundial pronostica un 2,3% de crecimiento, pero señala que muchos factores pueden incluir para cambiar el rumbo: “Si se resuelve la guerra en Ucrania, esto alivia mucha presión inflacionaria, y la economía de Europa puede crecer más. Si China es capaz de derrotar el COVID, puede crecer de nuevo. Y si, como pronosticamos, la inflación se pone bajo control, también se puede soltar un poquito la política monetaria y fiscal”.

Todos los bancos centrales, de la región y del mundo, dice Maloney, han encontrado un nivel de inflación que creen que es aceptable en el largo plazo para que sus economías crezcan bien. Entonces, en el mediano y corto plazo, “lo que estamos buscando es que regresemos a esos niveles, y hay que hacerlo. En el corto plazo, eso implica que crecemos menos, pero tenemos que bajar la inflación a las metas”.

Fuente: vozdeamerica