El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su laboratorio de innovación, BID Lab, han anunciado los resultados de su convocatoria Tokens digitales para la biodiversidad. Esta iniciativa busca identificar soluciones innovadoras que hacen uso de estos instrumentos para promover la conservación de la biodiversidad y facilitar la acción ante el cambio climático.
El proyecto es un esfuerzo conjunto con el Laboratorio de capital natural, la ventanilla única del Grupo BID para impulsar la innovación financiera en capital natural, y con LACChain, la alianza global liderada por el BID para el desarrollo de tecnología blockchain en América Latina y el Caribe. Los tokens digitales, criptoactivos o activos puramente digitales, pueden convertirse en amplificadores de acciones que detengan y reviertan la pérdida de biodiversidad y promuevan soluciones respetuosas con la naturaleza.
Las iniciativas seleccionadas para optar a apoyo financiero son:
- Fundación Futuro (Ecuador): Su objetivo es ampliar el alcance del sistema de carbono cero, ofreciendo incentivos monetarios a propietarios de tierras para la conservación y restauración. Además, busca incluir a las comunidades, favoreciendo la transición hacia una gobernanza digital de DAOs (organización autónoma descentralizada, por sus siglas en inglés).
- Nature Services (Perú): Propone estructurar incentivos socioeconómicos para reconocer comportamientos y acciones en favor de la biodiversidad. Además, mediante la integración de funcionalidades de la tecnología blockchain (incluyendo tokens fungibles y no fungibles) y las interacciones entre actores en una plataforma digital, pretende evitar comportamientos no deseados.
- Terrasos (Colombia): Se trata de una propuesta que combina el concepto de crédito de biodiversidad con tokens digitales para proporcionar mayor trazabilidad y transparencia a las transacciones. Esto lo lleva a cabo implementando tecnologías de registro distribuido (DTL, por sus siglas en inglés), que almacenan la información en diversas ubicaciones en un momento dado.
- The Cropper Foundation (Trinidad y Tobago): Plantea utilizar los tokens digitales para incentivar la sostenibilidad agraria y mejorar el acceso al crédito y al capital para los pequeños agricultores de Trinidad y Tobago.
Las propuestas seleccionadas iniciarán el diseño de sus proyectos para ser candidatas a recibir financiación de BID Lab y desarrollar sus modelos innovadores en los cuatro países mencionados. Todas ellas pasan, además, a formar parte de la red de innovadores globales del Grupo BID para dar una respuesta a las necesidades de la conservación del capital natural y la biodiversidad en nuestra región.
La convocatoria contó con una participación de 86 propuestas de 21 países de la región. Startups, pymes, organizaciones sin ánimo de lucro, corporaciones, think tanks, agencias de innovación pública, aceleradoras y otras organizaciones presentaron modelos listos para ser implementados.
Un panel de especialistas del Grupo BID evaluó la capacidad de los aplicantes con criterios basados en el grado de innovación, impacto social, potencial de escalabilidad, sostenibilidad financiera, capacidad técnica de la organización y posibilidades de ejecución de las propuestas.
- Los indicadores laborales en la segunda mitad de 2022 reflejan los más altos niveles de empleo en América Latina y el Caribe desde el inicio de la pandemia en 2020.
- En septiembre de 2022 se superó en 8 millones de empleos el nivel prepandemia.
América Latina y el Caribe registró en la segunda mitad del año 2022 una recuperación total del empleo, llegando a niveles superiores a los observados antes de la pandemia e, incluso, en el mes de septiembre, las economías lograron generar ocho millones de empleos más que antes de la irrupción de la pandemia en marzo de 2020. Esta es una de las principales conclusiones del último informe del Observatorio Laboral del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que analiza los mercados laborales en 15 países de nuestra región. El reporte muestra una recuperación desigual para distintos países y grupos de la economía, y destaca el crecimiento del empleo formal durante el año.
A pesar de estas buenas noticias, el informe destaca que el crecimiento neto de empleos durante los últimos treinta meses es todavía muy bajo y que la recuperación económica de 2021 llevó al empleo a su pico en noviembre de ese año, para volver a ver una caída en los primeros meses de 2022. “El máximo que vemos en el tercer trimestre de 2022 significa realmente que tuvimos una tasa de crecimiento en la región de apenas 2% anual en casi 30 meses incrementando el rezago en la materia ya teníamos”, advierte Oliver Azuara, especialista sénior del BID.
Si bien el impacto de la crisis sanitaria en el mercado laboral fue mayor para los grupos más desfavorecidos, como los trabajadores jóvenes, de baja educación e informales y, especialmente, las mujeres, la recuperación del empleo total observada en la segunda mitad de 2022 se explica con el crecimiento del empleo femenino que, por primera vez en la pandemia, superó marginalmente a la recuperación del empleo masculino, Esto, en opinión de Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales del BID, significa que solo se cerró el porcentaje de la brecha de género profundizado por la pandemia y que se mantiene en el mercado laboral de la región en términos absolutos.
Asimismo, durante la segunda mitad del año el informe señala un crecimiento del empleo formal a tasas superiores a las del empleo informal, lo que muestra un aumento de empleos de calidad, aunque no a la velocidad que la región requiere.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una línea de crédito para Bolivia de hasta US$500 millones con el objetivo de contribuir a la seguridad hídrica del país y a la disponibilidad sostenible de agua para riego agrícola y consumo humano.
Con esta línea de crédito se espera obtener un aumento de la seguridad alimentaria de Bolivia de un 25%, de acuerdo con el índice de seguridad alimentaria de la FAO. Además, está previsto generar un incremento del 36% de los ingresos agrícolas netos de los agricultores familiares. Se prevé beneficiar a unas 12.500 familias de productores con sistemas de riego tecnificado, lo que supondrá la incorporación de 13.871 hectáreas adicionales bajo riego. Los beneficiarios serán pequeños productores de comunidades campesinas cuyos ingresos dependen de la agricultura.
La primera operación individual de esa línea de crédito asciende a US$150 millones y tendrá, como fines específicos, el manejo integral de los recursos hídricos en cuencas productivas, el incremento de la productividad agrícola y la resiliencia climática de los productores, y el aumento de la eficiencia en el uso de agua para riego en determinados departamentos del país.
En la primera fase del proyecto se invertirá también en proyectos de riego tecnificado, con la construcción de sistemas de riego de alta frecuencia a nivel comunitario. Asimismo, está previsto diseñar e implementar un sistema nacional de modelación y monitoreo de recursos hídricos que articule los sistemas de información existentes y facilite la toma de decisiones.
El sector agropecuario representa el 13% del PIB y es la principal actividad económica para el 77% de la población rural de Bolivia. En términos de productividad, el rendimiento promedio por hectárea de los principales cultivos del país es sensiblemente inferior al de los países vecinos, y un factor determinante de esa baja productividad es el nivel de cobertura de riego. La baja productividad agropecuaria se traduce en bajos ingresos de la población rural y en altos índices de inseguridad alimentaria.
Los sistemas financieros de América Latina y el Caribe deben considerar la economía circular no solo como un producto, sino como un enfoque sistémico, para aprovechar su potencial, según el estudio Financiamiento a la Economía Circular: Experiencia en Colombia, impulsado desde el Banco Interamericano de Desarrollo y BID Invest, en colaboración con Bancolombia, Banco de Bogotá y Bancóldex. El estudio fue elaborado en coordinación con la firma consultora BASE.
El estudio analiza, desde la realidad colombiana, el papel relevante del sistema financiero en el proceso de transición a la circularidad, que entre otros permitiría alcanzar los compromisos del Acuerdo de Paris, enfrentar la crisis climática y la proteger la biodiversidad.
Solo en Colombia se identificó un potencial anual de US$11.700 millones en ahorros de eficiencia y eficacia en el uso de materiales, oportunidades de nuevos negocios y fortalecimiento de cadenas de valor, conforme la Estrategia Nacional de Economía Circular – ENEC.
El documento explica cuáles son los criterios recomendados para analizar y categorizar proyectos de economía circular, y propone una metodología que permite identificar oportunidades de financiamiento que cumplan con los objetivos de transición circular, y al mismo tiempo contribuyan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las metas de reducción de emisiones y la transición justa, o una economía inclusiva para todos.
Asimismo, el estudio propone una herramienta práctica, un sistema de categorización, para identificar y clasificar proyectos circulares, reportar en forma transparente y homogénea el financiamiento circular, y medir los impactos positivos a nivel ambiental y social.
El estudio incluye el desarrollo de tres proyectos piloto con el objetivo de probar metodológicamente el sistema de categorización para proyectos circulares en colaboración con los tres bancos colombianos que participaron.
El proceso de financiamiento a la circularidad requiere de sistemas de categorización transparentes que permite identificar proyectos circulares, medir y reportar los beneficios ambientales, sociales y económicos de los proyectos. A nivel global, unos US$45.500 millones han sido invertidos para financiar esta transición, por medio de instrumentos de deuda incluidos los bonos verdes, sociales y sostenibles
El laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, BID Lab, ha seleccionado once soluciones de distintos países de América Latina que utilizan la inteligencia artificial para contribuir a reducir sesgos y discriminación por razones de sexo o género.
Estos proyectos se presentaron a la convocatoria regional de innovación abierta de género e inteligencia artificial lanzada por BID Lab en el marco de su iniciativa fAIr LAC con el objetivo de abordar las brechas de desigualdad de género en la región en los ámbitos de inclusión financiera, salud y bienestar, y educación y empleo.
La convocatoria, que contó con el apoyo de Accenture, AWS, Globant, Google for Startups, Microsoft, NTT Data Foundation, Oracle, Red Hat y SONDA, recibió un total de 66 propuestas. Las soluciones fueron evaluadas por 54 expertos sectoriales en inteligencia artificial, emprendimiento, negocios, e impacto social. Los expertos realizaron una pre-selección de 24 organizaciones para participar en un bootcamp con contenido especializado en inteligencia artificial y ética, sesgos, acceso a financiamiento responsable y consideraciones técnicas para incorporar enfoques de diversidad e inclusión en el desarrollo tecnológico.
Los participantes tuvieron asimismo acceso a mentorías individualizadas y presentaron sus proyectos en un Demo Day donde se realizó la evaluación y selección final.
Las 11 propuestas seleccionadas son:
- Genomawork (Chile): Solución para impulsar la diversidad e inclusión laboral en América Latina.
- hiSofi (Brasil): Portal de salud financiera.
- Jobecam (Brasil): Plataforma automatizada para optimizar la contratación de empleados.
- Éticas (México/España): Auditorías algorítmicas para asegurar la ética de los datos.
- Quipu Market (Colombia): Banco digital para la economía informal.
- C-Minds (México): Solución para mejorar la economía del cuidado.
- Tirando por Colombia (Colombia): Solución para la prevención del embarazo adolescente.
- Quantil (Colombia): Solución para el desarrollo de modelos de IA.
- Thermy (México): Dispositivo médico para el análisis de imágenes.
- Munay (Bolivia): Solución para la inclusión financiera de mujeres emprendedoras.
- Bancolombia (Colombia): Solución de educación financiera para mujeres.
De conformidad con lo establecido en los lineamientos de la Convocatoria en Género e Inteligencia Artificial, las propuestas seleccionadas iniciarán un proceso de análisis de elegibilidad y debida diligencia para, potencialmente, recibir financiamiento que les permita implementar su solución en uno de los 26 países prestatarios del BID
La nueva infraestructura de transmisión, que permitirá fortalecer la integración energética regional y promover el desarrollo del Sistema de Interconexión Eléctrica Andina (SINEA), constará de una línea de extra alta tensión de 544 km entre ambos países. El tramo ecuatoriano, sujeto de este financiamiento, consta de 280 km de líneas de transmisión y una subestación nueva en Pasaje. El tramo partirá de una subestación existente en Chorrillos, al norte de Guayaquil, y correrá hacia el sur hasta la frontera con Perú, en donde el proyecto continuará por 264 km adicionales hasta Piura, tramo que será financiado por el sector privado de dicho país.
En Ecuador las obras serán de propiedad y operadas por la Empresa Pública Estratégica Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC-EP), en tanto que, para el tramo de Perú, la licitación se hizo bajo el modelo de concesión privada, que incluye 30 años de operación comercial.
Se espera que, al cabo de los cinco años de duración del proyecto, la energía eléctrica comercializada entre ambos países aumente sustancialmente al incrementarse la capacidad de transmisión, desde los actuales 80 MW hasta los 680 MW, propiciando el intercambio de excedentes de electricidad entre ambos países.
La nueva interconexión también promoverá el establecimiento de un mercado eléctrico subregional en el marco del Mercado Andino Eléctrico Regional de Corto Plazo (MAERCP), establecido en la regulación de la Comunidad Andina, que busca facilitar los intercambios de electricidad en la región. Asimismo, el proyecto incluye la realización de una serie de cursos de entrenamiento técnico para mujeres en el sector de transmisión.
El préstamo de US$125 millones del BID es bajo la modalidad de Facilidad de Financiamiento Flexible y ofrece al país receptor la opción de solicitar modificaciones en el cronograma de amortización, conversión de moneda, tasa de interés y protección contra catástrofes. Tiene un plazo de 23 años, con un período de gracia de 7,5 años, y a una tasa de interés basada en SOFR. La compañía eléctrica estatal CELEC-EP de Ecuador aportará otros US$13,62 millones en fondos de contrapartida local.