«Este año no será de crecimiento en América Latina por la inflación»: Sergio DíazGranados, Presidente de CAF
La economía global enfrenta crisis y restricciones macroeconómicas que afectarán negativamente a los países de América Latina y el Caribe.
La economía global enfrenta crisis y restricciones macroeconómicas que afectarán negativamente a los países de América Latina y el Caribe.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que México continúa cumpliendo con los requisitos para seguir manteniendo abierta la Línea de Crédito Flexible (LCF) por un monto cercano a los 50 mil millones de dólares, equivalente a 400 por ciento de la cuota del país.
La LCF es un instrumento precautorio que refuerza la reserva de activos internacionales y complementa las herramientas de las autoridades mexicanas para enfrentar condiciones externas adversas y preservar la estabilidad económica y financiera.
En un comunicado, la Comisión de Cambios, integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, precisó que el Directorio Ejecutivo del FIM completó la revisión de medio término de dicha línea crediticia, la cual fue otorgada a México en noviembre de 2021 por un plazo de dos años.
El Directorio Ejecutivo destacó que México continúa cumpliendo con todos los criterios de habilitación necesarios para acceder, en caso de requerir el préstamo y sin condicionalidad adicional por parte del FMI, al desembolso de los recursos.
Antoinette Sayeh, subdirectora gerente y presidenta Interina del Directorio, expresó que “la recuperación de México de la pandemia está encaminada, pero un entorno externo más turbulento; el aumento de la inflación mundial, y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, así como la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos, plantean nuevos desafíos y riesgos para su recuperación”.
“Sin embargo, la economía ha demostrado resiliencia gracias a la gran solidez de las políticas y los marcos de políticas institucionales, incluidos un régimen de tipo de cambio flexible, un marco creíble de objetivos de inflación, una ley de responsabilidad fiscal y un sector financiero bien regulado”, enfatizó.
La Comisión de Cambios agregó que el FMI resaltó que México ha aplicado políticas macroeconómicas sólidas y mantenido un fuerte marco institucional que le han permitido enfrentar con resiliencia los impactos adversos originados en la economía global.
También reconoció que el país tiene un banco central independiente (Banco de México) que actúa oportunamente, lo cual demuestra su compromiso con el objetivo de inflación, y mantiene las expectativas de inflación bien ancladas.
Añadió que el tipo de cambio flexible ha facilitado la absorción de los choques externos y que el país tiene una posición externa en línea con los fundamentos macroeconómicos y un perfil de deuda externa relativamente bajo.
El FMI refirió que la deuda pública permanece con una trayectoria sostenible y las finanzas públicas sanas son guiadas por el cumplimiento de las metas fiscales establecidas en ley. Añadió que la banca se encuentra bien capitalizada, con niveles bajos de morosidad, y respaldada por una supervisión eficaz.
James Salazar, subdirector de análisis de CI Banco, expuso que para ser acreedor a la LCF el país necesita cumplir con ciertos criterios como prudencia macroeconómica, que exista un correcto marco institucional que permita la aplicación correcta de las políticas públicas.
“El hecho de que a México le hayan ratificado poder contar con acceso a estos recursos, en caso de que el país lo requiera y lo solicite, se los prestarían sin condiciones, implica que pasó la evaluación, es como una palomita para el gobierno de México, que indicaría que el FMI considera que tiene una economía capaz de sortear eventualidades y por eso le puede ofrecer la LCF”, enfatizó.
El FMI advirtió que la economía mexicana sigue expuesta a riesgos externos, ante el aumento de la inflación global, que desató medidas de endurecimiento monetario y una mayor aversión mundial al riesgo, lo que amenaza al crecimiento.
Antoinette Sayeh, subdirectora gerente y presidenta interina del Directorio del FMI, dijo que la recuperación económica de México está encaminada, pero advirtió que un entorno externo más turbulento, la inflación mundial, el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, y la desaceleración en Estados Unidos, plantean nuevos desafíos y riesgos para su recuperación.
Añadió que la LCF seguirá siendo un instrumento clave de apoyo a la estrategia macroeconómica de las autoridades, al ofrecer un seguro frente a los riesgos extremos y apuntalar la confianza del mercado. Destacó que las autoridades mexicanas tienen una trayectoria de sólida gestión de las políticas y están firmemente comprometidas a mantener políticas prudentes en el futuro.
Analistas de Banorte enfatizaron que el entorno externo más retador provocó que México suspendiera su política de reducir la LCF. “Desde 2017 el gobierno mexicano había decidido disminuir gradualmente la LCF para favorecer un manejo más eficiente de activos y pasivos. No obstante, la Comisión de Cambios menciona que decidieron mantener el monto sin cambios en esta ocasión debido a un entorno externo más desafiante”, agregaron.
CAF – banco de desarrollo de América Latina- está interesado en brindar más apoyo a Uruguay en proyectos de infraestructura. El organismo busca potenciar su posición en temas ambientales y verdes. Ya acompaña iniciativas de este tipo en la región y tiene disposición de incluir a Uruguay en el desarrollo de la transición energética.
La semana pasada se realizó la reunión del Directorio de CAF en Montevideo con la presencia de 21 ministros de Economía y Hacienda que forman parte del organismo. Al mismo tiempo, firmó un memorándum de entendimiento con el Mercosur para promover la integración regional y también un acuerdo para sumar recursos para la construcción del puente internacional con Argentina que conectará Bella Unión con Monte Caseros. El documento, firmado con la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) autoriza la entrega de recursos no reembolsables por US$ 950.000.
Más allá de ese apoyo puntual, CAF está dispuesto a otorgar otros recursos para nuevos proyectos que quiera llevar adelante Uruguay.
El objetivo de CAF en los próximos años es convertirse en el banco verde de América Latina y promover proyectos de esa naturaleza. Y en esa línea, también brindar apoyo al gobierno para iniciativas de ese tipo.
El vicepresidente corporativo de programación estratégica de CAF, Christian Asinelli, informó a El Observador que anualmente el organismo aprueba US$ 14.000 millones para proyectos en diferentes países de la región. La intención es que para 2026 sean US$ 22.000 millones y para 2030 llegar hasta US$ 30.000 millones. “Hace unos meses, el Directorio aprobó la mayor capitalización en la historia de la institución de US$ 7.000 millones. Eso va a permitir en los próximos años duplicar la cartera de proyectos que tenemos con todos los países de la región”, resaltó.
“CAF es una institución que no impone ideas, proyectos o programas. Lo que hace es sentarse con los gobiernos, ver cuáles son las necesidades y a partir de ahí hacer la hoja de ruta para tratar en los próximos años”, dijo.
“Lo que CAF quiere ser es el banco verde de América Latina. Eso quiere decir que el 40% de los programas y proyectos que llevemos adelante tengan contenido verde, de medio ambiente, de cambio climático, adaptación y mitigación”, afirmó. El organismo también apunta a otras iniciativas que tengan que ver con la reactivación económica de América Latina y el Caribe, tras superar la etapa del covid-19.
Respecto a Uruguay indicó que el país está terminando proyectos vinculados a saneamiento. “Estamos muy ansiosos de trabajar una cartera más amplia de proyectos”, sostuvo. En ese sentido, expresó que el organismo mantiene intercambios con el Ministerio de Economía (MEF) para ver en qué iniciativas puede brindar apoyo.
“El ministerio está muy interesados en cuestiones verdes. Hace poco salió con el bono que fue muy exitoso. Estamos hablando dentro del Directorio de la CAF sobre nuevos instrumentos que puedan ayudar a Uruguay a trabajar de una manera más cercana a la institución“, expresó.
Comentó que todavía el MEF no ha planteado al organismo ningún proyecto específico sobre el tema, pero reiteró que CAF está de acuerdo en acompañar a Uruguay.
Uno de los focos del organismo es promover la transición energética de la región. “Los países tienen la posibilidad no solo de mejorar sus ingresos fiscales con la transición, sino también ir reduciendo los gases de efecto invernadero a través del uso de energía más limpia. Primero con el gas para después pasar a otras energías como el hidrógeno verde, la energía solar o la eólica”, sostuvo Asinelli.
Resaltó que Uruguay esté avanzando en el desarrollo de iniciativas de hidrógeno verde. “De hecho lo vemos muy bien. En la nueva estrategia que estamos desarrollando de transición energética, el hidrógeno verde es uno de los programas y proyectos que CAF quiere trabajar”, dijo.
El organismo ya acompaña iniciativas de hidrógeno verde que se desarrollan en Argentina y Chile. “Si Uruguay lo quiere trabajar cuenta con la disposición de técnicos y especialistas de CAF para hacerlo”, señaló.
Los aspectos ambientes tienen un destaque importante dentro de la estrategia del organismo. Allí, cada gobierno debe plantear sus prioridades para definir luego trabajos conjuntos con CAF. “La desigualdad está muy fuerte en América Latina. Por eso hay que reactivar las economías e ir hacia la transición justa. CAF está a disposición de los países y los gobiernos para colaborar y ayudar en aquellos proyectos que ellos prioricen”, expuso.