El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que México continúa cumpliendo con los requisitos para seguir manteniendo abierta la Línea de Crédito Flexible (LCF) por un monto cercano a los 50 mil millones de dólares, equivalente a 400 por ciento de la cuota del país.

La LCF es un instrumento precautorio que refuerza la reserva de activos internacionales y complementa las herramientas de las autoridades mexicanas para enfrentar condiciones externas adversas y preservar la estabilidad económica y financiera.

En un comunicado, la Comisión de Cambios, integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, precisó que el Directorio Ejecutivo del FIM completó la revisión de medio término de dicha línea crediticia, la cual fue otorgada a México en noviembre de 2021 por un plazo de dos años.

El Directorio Ejecutivo destacó que México continúa cumpliendo con todos los criterios de habilitación necesarios para acceder, en caso de requerir el préstamo y sin condicionalidad adicional por parte del FMI, al desembolso de los recursos.

Antoinette Sayeh, subdirectora gerente y presidenta Interina del Directorio, expresó que “la recuperación de México de la pandemia está encaminada, pero un entorno externo más turbulento; el aumento de la inflación mundial, y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, así como la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidosplantean nuevos desafíos y riesgos para su recuperación”.

“Sin embargo, la economía ha demostrado resiliencia gracias a la gran solidez de las políticas y los marcos de políticas institucionales, incluidos un régimen de tipo de cambio flexible, un marco creíble de objetivos de inflación, una ley de responsabilidad fiscal y un sector financiero bien regulado”, enfatizó.

La Comisión de Cambios agregó que el FMI resaltó que México ha aplicado políticas macroeconómicas sólidas y mantenido un fuerte marco institucional que le han permitido enfrentar con resiliencia los impactos adversos originados en la economía global.

También reconoció que el país tiene un banco central independiente (Banco de México) que actúa oportunamente, lo cual demuestra su compromiso con el objetivo de inflación, y mantiene las expectativas de inflación bien ancladas.

Añadió que el tipo de cambio flexible ha facilitado la absorción de los choques externos y que el país tiene una posición externa en línea con los fundamentos macroeconómicos y un perfil de deuda externa relativamente bajo.

El FMI refirió que la deuda pública permanece con una trayectoria sostenible y las finanzas públicas sanas son guiadas por el cumplimiento de las metas fiscales establecidas en ley. Añadió que la banca se encuentra bien capitalizada, con niveles bajos de morosidad, y respaldada por una supervisión eficaz.

James Salazar, subdirector de análisis de CI Banco, expuso que para ser acreedor a la LCF el país necesita cumplir con ciertos criterios como prudencia macroeconómica, que exista un correcto marco institucional que permita la aplicación correcta de las políticas públicas.

“El hecho de que a México le hayan ratificado poder contar con acceso a estos recursos, en caso de que el país lo requiera y lo solicite, se los prestarían sin condiciones, implica que pasó la evaluación, es como una palomita para el gobierno de México, que indicaría que el FMI considera que tiene una economía capaz de sortear eventualidades y por eso le puede ofrecer la LCF”, enfatizó.

Advierten riesgos

El FMI advirtió que la economía mexicana sigue expuesta a riesgos externos, ante el aumento de la inflación global, que desató medidas de endurecimiento monetario y una mayor aversión mundial al riesgo, lo que amenaza al crecimiento.

Antoinette Sayeh, subdirectora gerente y presidenta interina del Directorio del FMI, dijo que la recuperación económica de México está encaminada, pero advirtió que un entorno externo más turbulento, la inflación mundial, el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales, y la desaceleración en Estados Unidos, plantean nuevos desafíos y riesgos para su recuperación.

Añadió que la LCF seguirá siendo un instrumento clave de apoyo a la estrategia macroeconómica de las autoridades, al ofrecer un seguro frente a los riesgos extremos y apuntalar la confianza del mercado. Destacó que las autoridades mexicanas tienen una trayectoria de sólida gestión de las políticas y están firmemente comprometidas a mantener políticas prudentes en el futuro.

Analistas de Banorte enfatizaron que el entorno externo más retador provocó que México suspendiera su política de reducir la LCF. “Desde 2017 el gobierno mexicano había decidido disminuir gradualmente la LCF para favorecer un manejo más eficiente de activos y pasivos. No obstante, la Comisión de Cambios menciona que decidieron mantener el monto sin cambios en esta ocasión debido a un entorno externo más desafiante”, agregaron.