CAF apunta a ampliar su presencia en el Caribe para impulsar el proyecto de integración regional que durante más de 50 años ha guiado su visión del desarrollo. Este nuevo acercamiento refleja el interés de la institución en incorporar a más países caribeños como accionistas, y se traducirá en un mayor apoyo técnico y financiero para proyectos verdes y de reactivación económica. Por esa razón el organismo internacional pasa a denominarse CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-.

Este posicionamiento en el Caribe otorgará una nueva dimensión a una institución creada por seis países andinos (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) que, poco más de cincuenta años después, cuenta con 20 países accionistas y suma una financiación de más de 200.000 millones de dólares en proyectos de desarrollo.

Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.

El primer paso del acercamiento al Caribe se produjo hace un año con la creación de la Gerencia Regional Caribe, con sede en Trinidad y Tobago, desde donde se está impulsando una agenda basada en el crecimiento verde, la preservación de la biodiversidad, el turismo sostenible, la modernización de las infraestructuras y la estabilidad financiera, entre otros.

“El Caribe es una región que nos inspira. Su historia, el legado de sus antepasados, la riqueza de su cultura, su biodiversidad, el talento de su gente, sus ventajas competitivas. Convencidos del potencial de esta región, desde CAF estamos comprometidos para seguir alzando su voz y que su protagonismo ante el mundo se afiance mucho más y que se reconozca como una región de soluciones ante los desafíos mundiales”, dijo Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.

CAF tiene una agenda ambiciosa para impulsar el desarrollo sostenible e inclusivo del Caribe. A nivel ambiental, por ejemplo, quiere convertirse en el banco verde de América Latina y el Caribe. Para ello, destinará USD 25 mil millones durante los próximos cinco años para operaciones verdes que impulsen la acción climática y la preservación de la biodiversidad. En paralelo, CAF se unió a la coalición de bancos multilaterales liderada por el FMI para ampliar el financiamiento climático y apoyar el establecimiento del primer banco azul y verde del mundo.